Radio Puntual FM Riobamba

Migraciones: estigmas y realidades

En los últimos años, la migración de ecuatorianos hacia los Estados Unidos ha mantenido un flujo constante, impulsado por la búsqueda de mejores oportunidades económicas, la reunificación familiar y, crecientemente, la inseguridad y violencia en Ecuador. Un alto porcentaje de migrantes son jóvenes con niveles de educación básica o media, reflejando la falta de oportunidades en su país de origen.

Las causas de esta migración son múltiples y complejas, pero en su origen siempre se encuentra la carencia de condiciones de vida adecuadas. El desempleo, la pobreza, la marginalidad y la injusticia social que sufren muchos ecuatorianos los empujan a buscar un futuro mejor en el extranjero.

El desarrollo desigual genera condiciones estructurales que fomentan las migraciones masivas. Sectores de la población, despojados y excluidos, se ven compelidos a migrar para acceder a medios de subsistencia o mejorar su movilidad social. Esta migración forzada se ha intensificado en los últimos años, convirtiéndose en un problema con aristas no siempre evidentes y consecuencias dispares para los países de origen y destino.

La repatriación de ecuatorianos inmigrantes, decretada por el gobierno de Estados Unidos, ha reactivado discursos que denuncian una “inmigración incontrolada“. Se argumenta que esta migración perjudica los sistemas de protección social y obstaculiza el crecimiento económico. Es una especie de victimización por el enfrentamiento de problemas económicos y sociales resultantes del inadecuado funcionamiento del sistema, cuyos culpables serían los inmigrantes que se insertan en la sociedad para devorarla. Esta visión simplista ignora las causas estructurales de la migración y las contribuciones de los migrantes a la sociedad.

En el trasfondo, las migraciones configuran un problema con aristas no siempre evidentes, con consecuencias dispares para el origen y el destino de los desplazamientos.

Para los países de menor desarrollo, la exportación de trabajadores entraña la transferencia de la población en edad productiva y reproductiva, que sirve de soporte para el sostenimiento de los dependientes económicos, principalmente niños y adultos mayores. En un sentido más profundo, esta transferencia implica la pérdida del recurso más importante para la generación de riqueza en el país de origen: su fuerza laboral.

Por otra parte, la migración laboral representa una transferencia de beneficios futuros para los países de destino. Estudios demuestran que el costo de la educación y reproducción social de los trabajadores migrantes en sus países de origen supera las remesas que envían a sus familias.

El retorno de ecuatorianos expulsados agrava la crisis económica y social en Ecuador. A las dificultades de adaptación a un nuevo entorno y a la discriminación que enfrentan los migrantes en los países de destino, se suma ahora la reinserción en un país con altas tasas de desempleo, pobreza y falta de recursos. Los deportados enfrentan depresión, angustia y frustración al ver truncados sus sueños y esfuerzos.

Las disposiciones del gobierno estadounidense deben ser entendidas como un mensaje sobre su política exterior, basada en el proteccionismo y el control de la inmigración. Sin embargo, esta postura también crea una oportunidad para que América Latina fortalezca su integración y articule una posición conjunta en defensa de los derechos humanos de los migrantes.

En el ámbito interno, el gobierno ecuatoriano enfrenta el reto de definir mecanismos de apoyo para una reinserción digna de los deportados. Es fundamental ofrecer oportunidades de empleo y apoyo social para que los migrantes puedan reconstruir sus vidas en su país de origen.