Radio Puntual FM Riobamba

Y a ti… ¿ya te llamaron?

¿Ya te llamaron? Una pregunta así puede prestarse a varias posibles respuestas: se comunicaron contigo por un trabajo, por una cita médica, por un familiar que necesita ayuda o por uno que se encuentra mejor, por la invitación a una fiesta…  

Hace unos días en un almuerzo, en esos donde se pasa revista a varios temas, comentaron lo que está pasando con esa pregunta entre arquitectos e ingenieros. Según dijeron, de un tiempo a esta parte, en las reuniones donde hay profesionales en esos campos y si se sienten seguros y en confianza, confirman o niegan que sus teléfonos hayan sonado.

A quienes los han localizado cuentan que les ofrecen una determinada cantidad de dólares –para explicarme diré que un millón- para que desarrollen el proyecto que quieran. No tienen que dar mayores explicaciones, menos pagar intereses y tienen doce meses para devolver 900.000.

¿Qué está pasando ahí? ¿se está produciendo algún delito? ¿quizás lavado? Eso deben averiguar y responder las autoridades que, además, deben prestar atención a estas tres historias adicionales que también se cuentan en otro tipo de reuniones y que se están convirtiendo en parte de la cotidianidad.

Más de uno, en ese almuerzo, comentó como hay casas en urbanizaciones cerradas que permanecen semanas sin que nadie vaya. Por fuera, a veces, se puede ver que tienen cámaras de seguridad, en otras oportunidades, todo está cerrado, como abandonado. Sin embargo, de pronto, en un día cualquiera, se llenan de gente que se caracteriza por dos cosas: conducir autos que cuestan sobre los 100.000 dólares y uno que otro de alta gama. Unos llegan con la música a todo volumen y otros son más discretos. Y si hay ese tipo de autos, las personas que los conducen tampoco andan con un jean que cuesta 50 dólares.

También se relató sobre personas que se endeudan, en cuestión de días, en miles de dólares. Concretamente, se mencionó como ejemplo 300.000 dólares y que en meses ya no deben un centavo.

La última es el sistema de competencia entre empresas, especialmente con aquellas que buscan hacer negocios con el sector público. Algunas de ellas, como un plus de su calidad y de su seguridad, ya no piden que se les cancele parte de su contrato, como se suele hacer en el sector público. Ahora ellas dan créditos muy largos, incluso unos cuantos meses luego de entregar el bien o el servicio al que se comprometieron con el Estado. Obviamente, quienes no entregan esas ventajas, no contratan, no trabajan y tampoco saben cómo hacer frente a esta competencia.

¿Quién puede dar una respuesta? ¿A qué otras historias que han ocurrido hace algunos años en el país les recuerda lo narrado? ¿En qué hemos avanzado para evitar esto? ¿Hacia dónde estamos encaminados? Se acepta cualquier respuesta.