Así como fue derrocado Mahuad en el 2000, por dolarizar desesperadamente y generar una diáspora humana por la emigración de un millón de trabajadores ecuatorianos, así también será derrocado – paradójicamente – un gobierno quecause la desdolarización, debido a los efectos inflacionarios de una devaluación inmediata de la moneda sustitutiva. Los dos candidatos no debatieron este tema debido a que luego de 23 años, cuando la dolarización es bien vista por la población y se ha posicionado en el sistema económico ecuatoriano, con sacrificio de la equidad social, su reversión no será toleradapolíticamente y el país implosionará . Habrá más fuga de capitales que afectará más a la inversión y al empleo.
Cuando se tiene moneda propia se puede fijar la paridad frente al dólar y establecer la cantidadequilibrada de moneda nacional que debe circular en un país. Ambas políticas son muy complejas de manejar cuando hay inestabilidad política, carencia de liderazgo, incompetencia técnica y un manejo fiscal socialmente inequitativo como es el caso del Ecuador. Si no, que lo digan las élites públicas y privadas que hicieron quebrar a variosbancos hace 22 años. Ahora, sin un líder creíble y competente la dolarización se debilitará y el país sufrirá un estancamiento que afectará a la mitad de la población que vive con menos de 3 dólares diarios.
Además, se debe tener en cuenta el delicadoinforme del Banco Mundial y FMI sobre el sector financiero ecuatoriano (Bancos Privados, Públicos y Cooperativas), difundido el 21 de setiembre/23. En él se advierte que si bien la dolarización es un ancla frente a riesgos sistémicos de la economía,“es necesario estar alerta respecto a la situación de algunas instituciones financieras que son vulnerables a crisis de liquidez, por lo que necesitan capitalización, reconocer oportunamente las pérdidas por cobros incobrables y abordar los casos de instituciones no viables”. Tambiénrecomienda que se revise las tasas de interés para el crédito corporativo, a fin de mejorar la inclusión financiera y revertir el nulo control de la Superintendencia de Bancos, para clarificar la opacidad perniciosa de cierto sector financiero yprecautelar su resiliencia.