La economía conductual es una rama de la economía que se centra en el estudio de cómo las personas toman decisiones económicas y cómo sus comportamientos pueden ser no tan racionales y eficientes. Aquí, Kahneman y Tversky son los precursores más importantes de esta rama, y desarrollaron conceptos clave que explican -por ejemplo- cómo las personas valoran las pérdidas y ganancias de manera diferente y cómo hacen suposiciones basadas en la similitud.
Esta rama de la economía tiene una multiplicidad de aplicaciones a nivel empresarial, dentro de estas podemos resaltar el de las tiendas en línea. Estas a menudo utilizan estrategias de fijación de precios anclados. Mostrar un precio original más alto junto al precio de venta actual -anclaje- puede llevar a los clientes a percibir una oferta como más valiosa, lo que puede aumentar las conversiones de ventas.
Asimismo, otra aplicación de la economía conductual en el mundo de los negocios es el caso Las aerolíneas han diseñado programas de lealtad que aprovechan la aversión a la pérdida de los consumidores. Acumular millas o puntos para mantener el estatus de élite motiva a los viajeros a seguir volando con una aerolínea en lugar de cambiar a la competencia.
Finalmente, el marketing de la escasez percibida para fomentar las compras es otra aplicación de esta rama de la economía en las empresas. Los mensajes como «¡Solo quedan 3 en stock!» pueden llevar a los clientes a tomar decisiones de compra impulsivas debido al temor de perder la oportunidad.
Buscar comprender cómo las personas toman decisiones económicas en la vida real, teniendo en cuenta sus limitaciones cognitivas y emocionales, es uno de los anhelos más relevantes dentro quienes se dedican a la parte comercial de un negocio, al desarrollo de nuevos productos y servicios, a la gestión del talento humano, en fin. Precisamente, por su enfoque interdisciplinario y su capacidad para abordar las decisiones humanas reales,convierten la economía conductual en un campo en constante crecimiento e influencia.