
El nuevo gobierno completará el período de Guillermo Lasso, en circunstancias difíciles. No se trata de inaugurar el sistema educativo, sino de planear y ejecutar estrategiasconcretas, de acuerdo a las normas constitucionales y legales.
Nadie discute que un eje transversal que cruza toda la sociedad y el propio Estado es la educación, pero no el modelo actual -que aparece débil, pesado y sin liderazgo-. En el lapso de año y medio, la educación debe dar giros importantes, apostar por sutransformación integral y movilizar a todo el país de cara al futuro.
En las siguientes líneas, una ruta críticarazonable en el corto plazo: declarar al sistema educativo en emergencia para que se movilicen todos los recursos y agentes educativos, con el apoyo del Estado, la sociedad civil y el sector privado, con las siguientes estrategias: 1) asegurar el financiamiento de la educación, según la norma constitucional; 2) promover la cobertura escolar, de manera especial en los sectores urbano marginales y rurales, con equipamiento, textos escolares, alimentacióny conectividad; 3) mejorar la calidad de la oferta educativa con estándares, evaluación, equidad e inclusión, y el rendimiento escolar en dos áreas: Lenguaje y Matemáticas, segúnlos resultados de las Pruebas PISA-D vigentes; y, 4) convocar al Consejo Nacionalde Educación (CNE), de conformidad con la Constitución y la LOEIB.
También es urgente organizar una consulta nacional -sin exclusiones y con mesas técnicasen las que participen los docentes-, con cuatroobjetivos centrales, como parte de una política pública: iniciar el proceso de transformación de las escuelas del Ecuador; incorporar la educación dual -que vincula la escolaridad con el trabajo-, en el marco del un proyecto de pedagogía por competencias; ejecutar el plan nacional de lectura, con la reapertura inmediata del Sistema Nacional de Bibliotecas (SINAB); y, generar un proyecto de alfabetización digital, con conectividad total, y aplicación de las tecnologías de información y comunicación en las aulas, con el respaldo delas universidades.
Este plan mínimo de reforma integral de la educación será posible con voluntad política, participación de los actores, transparencia, veeduría internacional y financiamiento básico.