El prestigio de un país le confiere respetabilidad de la comunidad internacional. Si es buena imagen tendrá buenos amigos que comprendan las precariedades y adviertan su seriedad, tan necesaria para atraer vínculos financieros, sociales y culturales. La buena fama de un país proviene del comportamiento de los dirigentes y de las élites en general. Esto requiere que sus posiciones políticas sean razonables, que sus compromisos sean cumplidos y que sus Jefes de Estado estén a la altura y sean creíbles, para valernos por nosotros mismo, ya que no hay filantropía internacional.
Como no somos una autarquía, la amistad no solo hay por compatibilidad política sino también cuando no hay sectarismos en sus posiciones. Un país pequeño como el Ecuador necesita hacer un trabajo especial para ser sujeto de atención y revertir la mala imagen que tiene en el mundo financiero por haber incumplido varias veces el pago de la deuda externa, por la acumulación de juicios en su contra debido a decisiones unilaterales con empresas extranjeras, por mostrar al mundo su incapacidad de enfrentar al crimen organizado, por la amenaza latente de protestas populares contra las injusticias sociales, por la mala redistribución del ingreso que permite la acumulación de dólares en pocas manos y por el bajo nivel de competencia de nuestros recursos humanos para aprovechar oportunidades remunerativas.
También perjudica la polarización de los bandos políticos que no se ponen de acuerdo para resolver, de consuno, los principales problemas que le tienen secuestrado al Ecuador.
Los dos últimos presidentes equivocaron el manejo de las relaciones externas, al creer que éstas mejoran con viajes tan numerosos como infructuosos, mientras los temas sustanciales necesitaban la presencia en territorio de los Jefes de Estado, para construir una imagen sólida que sea atractiva por la dolarización y por la competencia de la gente. (El presidente Moreno hizo 33 viajes oficiales con resultados desconocidos y el presidente Lasso ha hecho 27 viajes durante 116 días, muchos de ellos injustificados). Los candidatos serán capaces de dar una imagen positiva?